MARA-LAIRA
Llevaba más de veinte minutos delante de una taza de café. No puedo precisar si era sólo o con leche. Miraba su teléfono móvil con regularidad. Entre él y yo había varias mesas vacías. Pudo sospechar de mi observación insistente pero no reparó en mí.
Pocos minutos después llegó ella: Mara-Laira. Elegante y dejando una agradable fragancia tras de si. Al contrario que él, ella sí que reparó en mí. Se besaron en la mejilla. Entre ella y yo había varias mesas vacías, y él.
El camarero le sirvió una taza de café, al que añadió un chorrito de leche. Ella lo removía y me miraba de forma furtiva como si él no existiera.
Al rato, se excusó. Se levantó de la mesa, cogió su bolso y se alisó la falda negra con un estilo especial. Todo indicaba que iría al servicio y después volvería. Se dirigía a mí y me miraba como una leona sedienta de sangre. El sonido de sus tacones en cada paso. Su decisión de llegar hasta donde yo estaba. La excitación del momento era insuperable para mí. Con gran rapidez me levanté con intención de apagar el televisor. El botón de Apagado no funcionó, o tal vez fue mi otro yo quien decidió presionar el Pause. El rostro de él quedó parado y muy asustado. Alargaba la mano hacia nosotros como queriendo evitar algo. Nos besamos, la levanté la falda negra, saqué mi falo erguido y la penetré mientras apartaba sus bragas de encaje. El carmín de sus labios sabía a rosas de terciopelo y me embriagaba con el perfume de su cuello.
No pude evitar lo ocurrido. Como acabo de relatar, tuve intención de apagar el televisor. Él tampoco pudo evitarlo. Alargó su mano para advertirme del peligro pero le petrifiqué. Ahora las cosas cambiarán en mi vida como cambiaron en la de aquel desdichado. Me había convertido en otro personaje de aquella telenovela fatal: Mara-Laira. Como aquel desdichado, todo el mundo fue testigo de lo ocurrido. Todo el mundo.
creo que vas a tener problemas con el Demiurgo.... je
ResponderEliminarNo conmigo, sino con algún otro admirador.
ResponderEliminarVale la pena el riesgo, casi que convertirse en un personaje es deseable.
Sí, alguno se va a mosquear jajajaja
ResponderEliminarMuy bueno!
Un beso!
Me ha encantado tu historia, Alberto. Cuando surge la atracción fatal, tiene consecuencias aún más fatales. Mujer de rompe y rasga acostumbrada a tomar sus propias decisiones y a obtener aquello que se propone sin reparar en medios, no iba a quedarse cruzada de brazos cuando el deseo la impelía a avanzar hacia aquel que la miraba sin rubor alguno.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo..
Cuanta sensualidad y erotismo. Fue un gusto leer tu relato juevero.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, por lo menos y por lo que cuentas, fue con placer jeje...
ResponderEliminarsaludos jueveros!
Un relato cargado de miradas y deseo.
ResponderEliminarLos personajes parecen entrar y salir de la ficción, algo que no me sorprende en tanto Mara Laira esté presente. Me voy dando cuenta que tiene un don de atracció sumamente especial. Muy buen relato!
Besos!
Gaby*
Bueno igual valió la pena formar parte de una telenovela,por disfrutar de esa mujer.
ResponderEliminarMuy original relato
Un abrazo
ARREDIÓS!!!, esta faceta del tema pone "la guinda" al asunto. Nunca hubiera imaginado la conexión entre la escena erótica que relatas y una telenovela, jajajajajaja...
ResponderEliminarUn saludo
Realidad y ficción se unen a la perfección en tu relato. Quién iría a decir que algo así pudiera ocurrir, pero tomando en cuenta la extraña dimensión en la que habita Mara Laira, todo es posible.
ResponderEliminarUn beso!
Las vueltas de la vida nos llevan de la excitación al ser intermedio y virtual. No extraña tu relato las vueltas de Mara Laira.
ResponderEliminarMuy bueno!
Conciso, directo, consumado...y el final me deja con un ¡bravo¡
ResponderEliminarBesos muchos ♥
tRamos
Está visto que hay que tener precaución con lo que se hace si la televisión está puesta. Interesante tu propuesta y muy bien planteada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Anda!! Otros relatos hablan de la capacidad de seducción de esta gran mujer, pero tú has llegado hasta el final con ella... genial!!
ResponderEliminarUn beso
Hola Alberto
ResponderEliminarHe leído alrededor de tres veces tu relato, desde que me lo ha dejado Demiurgo en mi espacio, es excelente y ha sido un placer pasarme por aquí, no te había comentado por falta de tiempo, hasta ahora.
Te envío un afectuoso abrazo, te cuidas.
Muchas gracias a todas y todos por vuestros agradables comentarios. He estado unos días de viaje y siento no haberos podido comentar a todos, no obstante lo voy a intentar.
ResponderEliminarBesos y abrazos de mi parte y de Mara Laira ;-)
Uooooooo, bestial!, los relatos eróticos no suelen abundar en los jueves, nunca he entendido el porqué, cuando hacer un ralato erótico o incluso pornográfico es tan difícil como hacer rimar un poema sin perder la espontaneidad de lo que se cuenta, que los personajes de la tele salgan a la realidad me ha recordado esa fantástica película, La Rosa Púrpura del Cairo, emmm, tiene ya unos añitos la película ahora que lo pienso, lo mismo ni habías nacido, jajaja, buscala si no la has visto porque es genial, miles de besossssssssssssssssss
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