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jueves, 22 de noviembre de 2018

El viaje de tu vida

fotografía de internet



No sabíamos si aquel sería nuestro primer o último viaje. El lugar había sido elegido un poco al azar. Estábamos empezando a descubrirnos como pareja. Nos ponemos a buscar un sitio paradisíaco. Que si he estado en Tenerife y es precioso, que si avión mejor que coche… Finalmente, nos decantamos por la isla de Lanzarote. Tenía un punto desértico que contrastaba junto al mar. Todo en orden: madrugón, taxi, aeropuerto, vuelo, recibimiento y traslado al hotel. Carecíamos de preocupaciones. Apartamento de lo más acogedor y piscina privada dentro del complejo. Dejar maletas y acudir al comedor a degustarlo todo. Gestiones para alquilar un coche, mapa con marcas a bolígrafo y de vuelta al apartamento. Nos duchamos y, antes de vestirnos, nos ponemos a follar. Desplegamos mapa y deliberamos nuestro plan para el resto de los días: que si esto es precioso, que si esto cierra los lunes, que si estas playas, que si esto, que si aquello. Se nos hace tarde y decidimos dar un paseo. Tomamos una cerveza. Volvemos al apartamento: ducha, nos ponemos guapos y de nuevo al comedor. Los centroeuropeos ya han cenado. Paseo nocturno, brisa marina en el rostro y olas chocando contra el espigón. Pescadores a lo suyo. Senegaleses vendiendo abalorios y senegalesas haciendo trenzas. Nos jode que algunos sitios tengan todo en inglés o alemán; pero no en español. Nos sentamos a tomar algo: yo con, ella sin. Charlamos de la vida: nos estamos conociendo. Han pasado más de doce años y seguimos siendo los mismos. Algún cambio físico: peccata minuta. Tal vez, demasiado en la mochila, pero espalda fuerte. Y seguimos viajando, seguimos viajando. 

Dedicado a ti, nena. 


 Alberto Villares

Tienes más relatos viajeros en esta misma casa, un poquito más abajo. Y muchísimas gracias por tu lectura.

Lista de participantes: el viaje de tu vida.

Fotografía de internet




Y como viene ocurriendo desde incontables Jueves, van llegando deliciosos relatos para dejarnos con el vello de punta, la boca abierta, una ligera sonrisa o risotada, los ojos húmedos, incluso el alma descubierta. Les dejo con ellos:

FABIÁN MADRID
ALBADA DOS
CAMPIRELA_
GINEBRA BLONDE
MONTSERRAT SALA
MOLÍ DEL CANYER
ALBERTO V. (yo pispo)
NEOGÉMINIS MÓNICA FRAU
MARÍA DORADA
CARMEN ANDÚJAR
ROSA_DESASTRE
EL DEMIURGO DE HURLINGHAM
DOROTEA
MUJER VIRTUAL

domingo, 18 de noviembre de 2018

Convocatoria juevera: El viaje de tu vida.

Hola de nuevo amiguitas y amiguitos. Para esta convocatoria juevera de 22 de Noviembre de 2018, me presto para persuadirles a escribir sobre ése viaje que tanto nos marcó o que tanto deseamos hacer y que aún no hemos hecho. Ése antes y después que nos deja el regreso. La mente más abierta para conocer y aceptar a los demás a pesar de nuestras diferencias. Éso sí, no hay que olvidar la huella que dejamos en el planeta, así que, a escribir les animo y espero en esta casa. Y el que viaje que plante un árbol, por contaminar.

Las recomendaciones jueveras de rigor: publicar el jueves y no exceder de 300 palabrejas, a ser posible. 


Fotografía de internet









jueves, 15 de noviembre de 2018

Este jueves... el trabajo, una maldición bíblica.

Imagen de internet



LA TORRE 

Pues como le he ido contando desde que le conocí, que podría haber sido ayer o hace quince minutos, toda esta torre de ladrillos que tiene ante sus ojos la he levantado yo solito con mis manos. Cierto es que, cierto día, diseñé unas manos cuatro veces más grandes que las mías, para poder coger los ladrillos de cuatro en cuatro, ¿sabe usted? Y cierto es también que, cierto día, tuve que diseñar unas piernas cuatro veces más largas que las mías, para no tener que usar la escalera. Que uno tiene ya muchos años, ¿sabe usted? Por cierto, ¿usted de dónde viene, si no es indiscreción? 

No la es. Vine hace diecisiete años desde mi querida Guinea Ecuatorial. Allí trabajaba de sol a sol, como dicen ustedes, porque, como soy pigmeo, no me querían para muchos trabajos debido a mi corta estatura. Por cierto, que mi mujer y mis hijos tienen que estar preocupados por mi larga ausencia del hogar desde, ¿esta mañana? 

Claro, claro, y disculpe que le haya entretenido con mi verborrea, ¿dónde le dejo? 

Pues puede dejarme aquí abajo junto a la base de su querida torre. Muchas gracias, que tenga un gran día y que acabe pronto su magnum opus

Claro hijo, claro, salut! 

Arrivederci! 

¿Por qué se despide usted en italiano? 

¿Y usted en francés? 

Buena pregunta-respuesta. Vaya con Diós. 

¡Grazie grazie! 

¿Por qué me vuelve a hablar en italiano? 

Porque, en realidad, soy arquitecto italiano y he venido enviado por una multinacional para espiarle a usted; copiar el diseño de sus manos y piernas cibernéticas, y venderlas al mejor postor. Será toda una revolución para la construcción. 

En cuanto me baje de mis piernas cibernéticas le daré a usted un sonoro puñetazo. 

Ya, ya, para eso tendrá que echarme el guante. Arrivederci! 


Alberto Villares

Puedes disfrutar y gozar aún más con otros relatos en el hogar de nuestro amigo PEPE
Y un fuerte abrazo para el pueblo pigmeo, faltaría más.