EN EL NOMBRE DEL AMOR
El otro día mi hijo me preguntó cosas bochornosas. Tal vez estéis pensando en esas preguntitas comprometedoras que, llegado el momento, hacen los niños; pero no, he dicho bochornosas, no escabrosas.
El caso es que me abordó mientras cenaba ensimismado en mis cosas y haciendo que veía, con mucho interés, las noticias.
- Papá, ¿mamá y tú estáis enamorados?, ¿dónde os conocisteis?, ¿qué os dijisteis por primera vez?, ¿la regalas flores?, ¿has hecho alguna locura por ella en nombre del amor?
Os podéis imaginar por donde se me metió la bola de filete que estaba masticando. Una vez que se relajó mi diafragma y cesaron los lagrimones de asfixia, apagué el televisor y nos miramos fijamente a los ojos. Estuvimos inmóviles y sosteniéndonos la mirada durante dos minutos interminables.
- Pues muy bien –le dije mientras tamborileaba en la mesa con los dedos.
- ¿Te repito las preguntas, papá?
Le respondí, una a una, todas las preguntas que me había tiroteado en una vil emboscada.
- Tu madre y yo estamos muy enamorados. Nos conocimos en un tren que solíamos coger todas las mañanas para ir a trabajar. Nos pusimos a hablar gracias a un pajarito que se metió en el tren (es una larga historia) y nuestras primeras palabras fueron sobre aves. La suelo regalar flores silvestres, tanto frescas como secas (los tiempos están muy mal y las floristerías muy caras). ¿Locuras en nombre del amor? Llevar casi veinte años juntos y tenerte a ti. ¿Te parece poco?
Anotó todo lo que le había dicho y me dijo: papá, sois un rollo. Bueno, su madre y yo seremos un rollo; pero él fue al colegio con los deberes hechos y yo salí de aquella emboscada victorioso. Comprended que es demasiado pequeño para saber la verdad.
Alberto Villares.
jajaja estos enanos son así... pero las preguntas no eran muy comprometidas, no te quejes :))
ResponderEliminarY sí... los padres somos un rollo por definición.
UN beso!!
¡Qué buen final!
ResponderEliminares muy bueno tu relato amigo Alberto. Comenzando que ya es triunfar el hecho de poder mirar a los ojos de tu hijo y responderle ya lo es todo!!!!
ResponderEliminarMe acuerdo cuando mi hija me ponian en este tipo de compromisos, soy bastante habladora y siempre respondia a todo, cuando era pequeña le parecia fantastico conseguir tantos datos para sus deberes..Ahora que es adulta suele reirse al recordarlo, pero me sigue mirando a los ojos con esa ternura suya que me derrite po dentro.
ResponderEliminarAsi son los hijos ¿ verdad amigo ?
Besos.
Y llevó una buena historia al colegio, me gustó el final que deja cierta intriga.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues ya crecerá y seguro que interpreta a la perfección el cuento de hacer locuras por amor ¡Sobre todo cuando tenga que contárselas a sus retoños! :)))
ResponderEliminarUn abrazo y un cafelito.
No es justo... estoy segura que la profesora es la liante. Es evidente que lo metió en un lío del que él también salió airoso, gracias a que su padre siempre mira por él... ;)
ResponderEliminarAlgún día necesitará verdades.
Besos
Gracias por compartir este jueves conmigo...
Sutil, tanto como para enseñarnos que el Amor puede asomarse en cualquier momento y disparar directo al corazón. De eso se trata, no?
ResponderEliminarAbrazos
Qué ingenio para responderle a tu hijo, y para dar ese golpe final. Seguro que es para que no envidiemos ni nos empalaguemos ;)
ResponderEliminarun fuerte abrazo!!!
A veces los niños hacen cada pregunta que una no se la espera; pero salistes muy bien del interrogatorio; pero que muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Supiste salir muy bien de la "emboscada" como tu dices, pero la frase final me hace pensar que "no es oro todo lo que reluce" y que en esa pareja el amor ya estaba un poco gastado, pero...a los niños no se les puede contar todo.
ResponderEliminarUn beso Alberto
Ayyy si llegas a contarle la verdad... lo mismo escribe un best seller, pero aún es pequeño, cuando crezca se lo contáis para que le de a la literatura, jeje.
ResponderEliminarUn beso
A bocajarro disparó las preguntas de marras jajaja, su inocencia y su sencillez sacandonos de nuestro encasillamiento. Hiciste bien en responder, luego lo otro, mejor para otra ocasión. Un muy buen final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Es cierto que a los niños siempre se les ha ocultado la verdad o se les han contado medias verdades. Tal vez erroneamente lo hacemos por mantenerlos a salvo de las miserias de la vida. De los pecados. De nuestros tropiezos. Siempre habrá cosas que es mejor ocultar y otras que, aunque nos cueste, es mejor contar.
ResponderEliminarP.D.: Si nos preguntan por el color de los ojos de nuestros hijos, de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros compañeros de trabajo, de nuestros amigos... ¿Sabríamos responder con seguridad? ahí lo dejo ;-)
Me encantan los niños vaya que te sorprenden jajaja... son un amor
ResponderEliminarJajaja! Papá, sois un rollo... ¡Hay que ver cómo son esos locos bajitos! ¡Ellos sí que saben ponernos en un compromiso!
ResponderEliminarMe gustan mucho estas historias de narrador no fiable, o en este caso de narrador mentiroso. Y más cuando dan el resultado al interlocutor (al niño con los deberes hechos). Pero queda la curiosidad de conocer esa verdad que se esconde, jeje.
ResponderEliminarAbrazos.