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viernes, 24 de febrero de 2017

Este jueves... Historias de una escalera

Y después de un largo silencio, una chispa hizo que la hoguera se avivara, y surgió como si del Fénix se tratara. Y así fue como acabé retomando la escritura, que dure.



Esta semana es nuestra amiga Charo quien nos anima a que escribamos acerca de alguna historia ocurrida en una escalera. Aquí dejo mi aportación para que la disfrutes, la borres, se la enseñes a tus amistades, la incluyas en una de tus ponencias, la copies, o lo que te apetezca. Ahí va:


EN MEDIO DE LA ESCALERA 

Ocurrió en una de esas escaleras que sirven para subir y para bajar. Estaba dividida en tramos de treinta y ocho peldaños perfectos, de esos con forma de ángulo de noventa grados. El caso es que me encontraba en su tramo medio. No el tramo medio de un tramo de treinta y ocho peldaños, sino del total de tramos de treinta y ocho peldaños. El lugar no resultaba agradable. Había recorrido gran parte de la escalera: concretamente la mitad. Paré para tomar un respiro y perdí la memoria. No sabía qué hacía allí, si subía o si bajaba. No recordaba el motivo de mi inversión energética en aquella empresa repleta de peldaños. Perdí el sentido, y temí caer rodando por las escaleras hasta abajo. Todo cesó cuando por allí me adelantó una tortuga. Concretamente un galápago, que son más ágiles que las tortugas de tierra y pueden agarrarse con sus uñas afiladas. Al subir al peldaño en el que me encontraba yo, se paró. Lentamente, giró su cabecita y me observó. Aún recuerdo su mirada circunspecta. Como de asombro. No sé lo que pudo pasarle por su cabeza verdosa, pero miró al frente y retomó su ascenso. Y yo, decidí seguirle. 

Alberto Villares



Puedes disfrutar de más historias ocurridas en escaleras en su blog ¿Quieres que te cuente?

10 comentarios:

  1. Una tortuga de galápagos no resulta ser una guía muy habitual, menos subiendo una escalera pero es entendible cuando uno esta perdido en el medio de algo que no comprende. Muy buen relato. Saludos

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  2. No tiene muchas más utilidades una escalera que la de subir o bajar, aunque sea siguiendo a una tortuga. Tal vez sea una metáfora de la vida, a veces sufrimos desvanecimientos y pérdidas de memoria, pero seguir, tenemos que seguir ascendiendo esa escalera con más o menos energía.
    Un abrazo.

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  3. Qué bueno que hayas retomado la escritura! Este relato es muy original y distinto a todo lo que leí hasta ahora en la propuesta. Quién sabe que papel juega la tortuga en ese ascenso, lo bueno es que hayas decidido seguirla. Un abrazo.

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  4. Me recordó a medias un cuento de una tortuga y no recuerdo el otro animalito, no soy de cuentos infantiles, lo reconozco.
    Cuando te sientes perdido, es interesante seguir a una tortuga.
    Un abrazo, Alberto

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  5. querido Alberto: qué alegría saber de ti y ni más ni menos con un relato ameno, original (no lo podrías hacer de otra forma) que oculta su lado reflexivo, tras un tono casual. Me encantó! He cambiado de blog, la escalera también nos cambia de rumboba otros, pero sigo con mi esencia, siempre risueña y agradecida de contar con buenos amigos como tú. Besos. (esta tortuga mirá que va lento; pero sigo, lento...pero seguro).

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  6. Me pareció surrealista el relato. Eso me gustó,
    ¿Sería una tortuga literal o algún mecanismo de la memoria del protagonista, tratando de regresar?
    Bien contado.

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  7. Debe ser horrible pasar por lo que le ocurrió a tu protagonista...ya sea en una escalera o donde sea, debe ser de espanto de repente darse cuenta que se esta en un lugar que no se sabe lo que se hace, hacia donde se va....
    Siento mucho dolor por las personas que pasan por esa situación..
    Un relato muy bueno que hace reflexionar sobre ese mundo tan doloroso que sufren los que tienen alzheimer..besosss

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  8. Que bueno que la escalera te haya devuelto hasta aquí después de varios meses sin escribir, me alegra un montón.

    Me parecio muy original tu relato, también lo veo como Demiurgo, un relato surrealista, muy bueno.

    Un beso.

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  9. Por un momento me he visto reflejada en tu relato porque yo también a veces pierdo la memoria y no sé si subo o si bajo je,je...es broma peo me ha parecido una metáfora de algunos momentos de la vida en los que no sabe uno qué hacer. A veces uno solo tiene que fijarse en algo (como en este caso tu "galapaguito")y seguirlo despacito para encontrar un poco de sentido...
    No sabes cuánto me alegro de que hayas vuelto a escribir y de ser ese pequeño empujoncito que necesitabas!
    Espero que no nos abandones durante tanto tiempo y que te sigamos viendo por aquí.Me ha encantado el relato.
    Un beso enorme!

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  10. Alberto hacía tiempo que no te leía y bueno hay que retomar las buenas costumbres. Tu texto me parece muy original y con un fondo metafórico, creo que todos tenemos momentos en los que no sabemos si subimos o si bajamos, pero bueno siempre creo que será mejor subir.
    Besos.

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